En España, existen multitud de fiestas populares. Todas ellas son muy distintas en función de la zona geográfica que se encuentren, pero todas tienen en común la tradición y la cultura.
Se celebran año tras año para no perder esas tradiciones que tan arraigadas están a España. Entre estas fiestas, algunas tienen a los caballos como protagonistas, como puedes A Rapas das Bestas, en Pontevedra.
Sin embargo, hoy vamos a comentar otras dos fiestas populares donde los caballos son parte fundamental: la Romería del Rocío y los Caballos del Vino.
1. La Romería del Rocío
La Romería del Rocío es una festividad que se celebra el fin de semana del Domingo de Pentecostés en Almonte, una localidad de la provincia de Huelva. Cuenta con 23.000 habitantes y en ella se encuentran la conocida Playa de Matalascañas y el Parque Nacional de Doñana.
Esta fiesta es de carácter religioso, pero no por eso deja de ser un gran acontecimiento cultural. Tanto es así, que ya ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional. Cada año, más de un millón de personas acuden al Rocío para disfrutar del ambiente que allí se vive, pero, sobre todo, para disfrutar de los caballos.
Las jornadas son muy largas, pero los caballos están preparados físicamente y tienen descansos prolongados. Además, tienen la obligación de estar bien alimentados e hidratados antes de empezar cada día de la Romería.
Los más religiosos, acuden de todas partes de España y del mundo para hacer la peregrinación anual al santuario de la Blanca Paloma durante esta festividad. Este santuario se encuentra a 17 kilómetros de Almonte.
Así, días previos a esta festividad, las hermandades rocieras caminan desde sus sedes (normalmente en Huelva, Sevilla y Cádiz) para estar el sábado en el Rocío y vivir la experiencia de la romería al completo.
El camino se suele hacer a caballo, a pie o en carreta, y vestido con traje de flamenco. Es muy ameno porque todas las hermandades caminan con alegría y cantando distintas canciones. Casi al llegar al santuario, los primeros acampan a la espera del resto de hermandades. Así, el sábado pueden desfilar y presentarse ante la Virgen.
Esta misma Virgen sale en procesión y se celebra el famoso Salto de la Reja.
2. Los Caballos de Vino
Se trata de una fiesta única del mundo y se celebra en el municipio de Caravaca de la Cruz, en Murcia. En ella, los mejores caballos caravaqueños salen a las calles con sus mejores galas para competir en la “Carrera”.
Organizada por el Bando de los Caballos del Vino, es una fiesta insólita que se lleva a cabo los días 1 y 2 de mayo.
Los caballos participan en esos días en 3 concursos distintos: por un lado, el concurso de caballos a pelo, el concurso de enjaezamiento y la carrera. Sin duda, la más conocida de las tres es la carrera y, también, el mayor reclamo turística.
El 1 de mayo es cuando se celebra el primero de sus concursos: el concurso a pelo. En ella, cada peña con sus caballos recorre la ciudad de Caravaca para que unos expertos premien la mejor morfología del caballo.
Por otra parte, ya en la madrugada del 2 de mayo, los Caballos del Vino comienzan el lavado y enjaezamiento. Se trata de un ritual muy íntimo donde se viste al caballo. Muy pocas personas pueden asistir a este momento, lo que lo hace aún más especial de lo que es.
La carrera se celebra la mañana del 2 de mayo y los Caballos del Vino se enfrentan en ella ante la atención de más de 100.000 personas que acuden a este atractivo turístico.
La relevancia de esta fiesta popular es tal que han sido declaradas de Interés Turístico Internacional. Fue en el año 2004, pero se estima que pronto sea declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Para terminar esta festividad, se lleva a cabo el desfile de los Caballos del Vino. Justo a las 8 de la mañana del último día. Empieza en la Plaza Nueva de Caravaca y en la Plaza del Arco.
En este mismo lugar, se concentran todas las peñas y los bandos, tanto el moro como el cristiano. Estas personas desfilan detrás de su caballo, que trabajaron para hacer el manto que luce el mismo durante toda la festividad.
El desfile termina y al medio día se sube al castillo de Caravaca. Allí se celebra la famosa carrera de los Caballos del Vino y es el momento cumbre de la fiesta. Se trata de una prueba cronometrada donde el caballo está acompañado de cuatro mozos que corren a su lado.
Suben rápidos y veloces los 80 metros de la pronunciada cuesta del castillo en apenas 7 segundos. Increíble, ¿verdad? Por eso, los visitantes no dudan en perderse es momento.